como siempre, es fin de semestre y siempre cae por ahí uno que otro interesante ensayo de los estudiantes. Aquí les envío uno más de mi colección. Éste es de Cindy Sobernano, alumna del primer semestre. Saludos a todos.
En la actualidad las personas nos encontramos preocupados por nuestro poco saber y buscamos la superación mediante el estudio, sin embargo nos volvemos presos de la dicotomía de la humanización; entramos en una discusión social de quien es menos y quien es mas, o como lo diría Paulo Freíre, nos convertimos en opresores u oprimidos, y de esta forma generamos una cadena hereditaria que pasa de generación en generación privándonos de nuestra propia libertad, pero ¿Cuál libertad? Si ser libres es no depender de nada ni de nadie, y nosotros necesitamos de los demás. Los opresores dependen de los oprimidos y los oprimidos de los opresores, para romper esta cadena debemos liberarnos mutuamente, es decir, liberarnos ambos al mismo tiempo o “liberarnos en comunión” (Paulo freíre, pedagogía del oprimido).
Los opresores o mejor dicho “la sociedad poderosa” abusa de los oprimidos, llamados también “la sociedad débil o ignorante”, personas que tienen miedo a enfrentar al opresor y de esta forma ambos se encierran en un circulo sin inicio ni final, ya que ambos depende del uno del otro, el opresor abusando del oprimido y el oprimido dejando ser manipulado del opresor.
Las personas oprimidas son aquellas personas desarraigadas, personas privadas de su libertad de pensamiento, pero ellos mismo son quienes alojan al opresor, por no defender sus ideas y dejarse manipular por el opresor que en algún tiempo también fue un oprimido siendo víctimas de algún opresor y de esta forma se genera la violencia, violencia creada por opresores que maltratan a los oprimidos, explotándolo ante los demás generando rencor y deseos de venganza.
Los opresores falsamente “generosos” necesitan que este desorden social siga, aprovechándose de los oprimidos, pero ¿Qué pasa cuando los oprimidos se convierten en opresores?, la sociedad sigue siendo igual, no cambia, a pesar de que ellos también fueron maltratados y humillados, el de igual forma hace lo mismo con los demás, no se preocupa por romper esa cadena por qué no son capaces de liberar el odio, sino buscan, de otra manera vengarse de lo que ellos sufrieron en algún tiempo, recayendo en la misma historia que ellos alguna vez pasaron o formaron parte, pero ¿Qué hacer para que esta cadena se rompa y desaparezca? Ambos se encuentran de alguna forma esposados; el opresor y el oprimido van siempre de la mano, uno no puede existir sin el otro, pero la responsabilidad recae sobre el oprimido, de él depende la gran tarea humanista de romper con esta cadena que estará hasta el final de nuestros tiempo, de él depende liberarse tanto a sí mismo como al opresor.
La pedagogía del oprimido busca de alguna manera la restauración de la intersubjetividad, pedagogía que parte del egoísmo de los opresores para liberarse de esta cadena, esta pedagogía parte de dos pasos indispensables; el primero en donde los oprimidos conocen lo que es el mundo de la opresión y de algún forma se van comprometiendo con la praxis y el segundo que es cuando esta se encuentra transformada la realidad opresora, pasando a ser parte de la pedagogía, luchando o preparándose para su liberación.
Cindy Sthepanie Soberano Avalos
1er Semestre Grupo “A”