¡ME QUIERO TITULAR!

TITULARME QUIERO... YA ME VI

Levanten la mano quienes también quieran hacerlo

No pos sí. Está visto que quienes estudian una licenciatura durante cuatro o cinco años, con muchos sacrificios tanto de ellos como de sus padres u otros, desean finalizar sus estudios cuando menos para obtener el broche de oro: el famosísimo título universitario.

¿Cuantas maneras hay de lograrlo? Muchas, lo sabemos. Pero la mejor recomendación que al respecto a mí me han dado es la de apostar siempre por la formación y la actualización intelectual. Eso significa optar entre las cuatro opciones de titulación más recurridas: 1) el examen general de conocimientos, 2) los cursos de actualización (un diplomado o el primer año de una maestría), 3) la elaboración de un proyecto comunitario y/o compendio de practicas profesionales y 4), mi favorita, la redacción de una tesis.

La titulación por tesis es y será siempre una reluciente corona de los estudios, aunque a veces parece más bien una corona de espinas... Muchos estudiantes creen que se trata de algo muy difícil y engorroso que además tarda demasiado. Pero no tendría por qué ser así, todo depende de las circunstancias y sobre todo del deseo de concluir el escrito hasta sus últimas consecuencias. Después de todo he sabido que las tesis abren las puertas a ciertas maestrías de alto rendimiento con becas nacionales o internacionales: suman puntos, pués, para un currículum académico.

La elaboración de un proyecto es también una muy buena opcion, implica también el acto de la escritura y la reflexión de alguna manera. Se trata de un compendio que da cuenta del valor de las prácticas profesionales y de la destreza que se ha adquirido durante los estudios de la licenciatura.

Respecto a los cursos de actualización, como los diplomados, tal como lo mencionó antes Pablo, yo no puedo menos que testimoniar mi experiencia en uno de ellos: transformó toda mi visión de la Psicología. A partir de aquel diplomado que cursé hace ya casi seis años, y que duró seis meses, pude resignificar y evaluar todos mis estudios de la licenciatura. Como que fue el momento de montar todas las piezas del rompecabezas. Cada materia en la universidad era un enigma, una herramienta, una pequeña pieza que no sabìa como ensamblar en el gran marco de la psicología, pero con todas esas piezas en la mano cuando terminé la carrera, fue en el diplomado cuando pude por fin emplearlas y armar la gran figura que antes no veía. Si un diplomado está diseñado con un tema que nos interesa y apasiona bien vale la pena escogerlo como opción a titulación. Hay algunos diplomados que inclusive solicitan un pequeño ensayo para aprobar el curso y en ocasiones, ese ensayo vale como tesina. Es decir, cuenta también para el currículum y puede ser, al igual que una tesis, la pieza clave para obtener una beca al estiudar una maestría.

Sobre el examen general de conocimientos sólo sé que hay que memorizar mucho y bien los temas de todo todo, tanto de lo que nos gusta como de lo que no. Aunque dicen que el examen CENEVAL tiene formas de evaluar el desempeño y otorga reconocimientos a los mejores promedios, que tambièn serviràn para el currículum. Eso es cierto, hay una escala: desde los que simplemente pasan con aciertos suficientes (6) hasta los que aprueban con nivel de excelencia (9 o 10 de calificaciòn).

Como quiera, hay que titularse. Vale la pena.